Prensa GADLP | 08-05-2025
El Instituto para la Persona con Discapacidad Erick Boulter es una de las reparticiones de la Gobernación de La Paz y acoge, actualmente, a 55 personas con diferentes tipos de discapacidad. La convivencia es afectiva con un servicio integral para una población de 18 a 60 años de edad, muchos, en situación de abandono desde la niñez y provenientes de otros centros de acogida.
El centro alberga a 45 mujeres y 15 varones, además a 12 adultos mayores que no pueden ser trasladados debido a que requieren atención médica especializada. “Son personas que han sido totalmente abandonadas, algunos traídos desde niños”, afirmó la administradora del instituto, Nancy Tapia Cruz.
“Tenemos una población que tiene discapacidad físico motora e intelectual, existen cuadripléjicos, personas que no caminan; en su mayoría, son personas en silla de ruedas”, explicó Tapia. Afirmó que se trata de una población altamente vulnerable que necesita cuidados permanentes y un entorno afectivo.
“Son como un huevito, hay que cuidarlos, protegerlos y sobre todo brindarles cariño. Es una población que busca afecto, amor”, expresó la servidora pública del Erick Boulter. Por ello, destacó que el personal no solo está capacitado técnicamente, sino que también demuestra vocación y compromiso diario.
Los cuidadores son conocidos como mamá y papá, por los residentes, que los ven como sus únicas figuras familiares. “Para ellos, su cuidador, su asistente, es su papá, su mamá y ellos los ven como hijos”, enfatizó. Esta relación afectiva es fundamental para el bienestar emocional de los albergados.
Erick Boulter cuenta con áreas de trabajo social, atención médica y psicología, además de una trabajadora social. Próximamente se espera habilitar un espacio de terapia ocupacional para fortalecer la autonomía y calidad de vida de los residentes.
“Tratamos de que se distraigan porque, al estar encerrados, a veces sufren de depresión o en algunos casos, de estrés”, sostuvo Tapia Cruz. Las actividades recreativas y el acompañamiento emocional son parte de los esfuerzos diarios del personal para evitar el deterioro anímico.
La funcionaria departamental precisó que para trabajar en el instituto se necesita más que una formación técnica: “Los cuidadores deben tener empatía y compromiso. Lo que se busca es darles calidad de vida para que no se sientan excluidos de la sociedad”.
///
MCHC
Publicado el 08-05-25